51 EL NIDO, PALAWAN

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    En poco más de una hora de vuelo nos plantamos en Puerto Princesa, la capital de la isla de Palawan. Aunque no pasaremos mucho tiempo en ella ya que nuestra idea es pasar unos días en El Nido, un pueblo situado al norte de la isla, a unas 7 horas en autocar.

    A la llegada al aeropuerto es fácil caer en la tentación de coger una minivan que te lleva directamente a El Nido sin paradas. Son algo más rápidas pero hemos leído cosas muy malas por internet, además son más caras. El autobús local tarda siete horas en lugar de cinco y media y va parando constantemente para que se monte todo aquel que lo para en el trayecto pero al menos los asientos son amplios y no te llevan enlatado como las sardinas. Así que no nos dejamos llevar por la “comodidad” y comenzamos a caminar por la carretera en busca de un triciclo que nos lleve a la estación de autobuses de San José.

    Montados en el autocar que nos llevará a El Nido, hablamos con un grupo de jóvenes que vienen a pasar sus vacaciones de Semana Santa a este paraíso. Después de unos días por Filipinas, nos damos cuenta que hay muchas palabras de uso cotidiano que han quedado del español, como por ejemplo los números, días de la semana, meses, cuchara, tenedor, plato, vaso…realmente curioso y divertido. Cada coincidencia de palabra todos reímos, “en mi país se dice igual”. Más tarde conocemos a Melchor, un guía que trabaja en El Nido pero que esta semana está de vacaciones. Se llama así porque nació el día de Reyes.

    Llegamos de noche, el viaje ha sido muy largo. La carretera es muy mala, la primera parte con muchas curvas y la segunda con muchos tramos sin asfaltar, caminos de tierra. Y aquí viene la segunda sorpresa, algo que nos esperábamos pero que no queríamos creer. Los ultimos días en Tailandia nos entró un ataque de pánico al ver que sería Semana Santa en Filipinas, un país católico y en el que, al igual que en España, muchas familias van a pasar sus vacaciones a la playa. Los precios estaban por las nubes y los alojamientos dejaban mucho que desear, sobre todo el nuestro. Habitación de 5m2, con ventilador, difícil de maniobrar dentro de ella, cama pequeña, lavabo sin cisterna (uso de cubos), agua fría por supuesto y electricidad sólo de 14h a 06h, aunque esto era general en todo el pueblo y todavía no sabemos porque. ¡Bienvenidos a nuestro pequeño resort!

    ¿He hablado del tiempo? Ha estado lloviendo todo el día y, por lo que tenemos entendido, los días anteriores también. Nos vamos a dormir confiando en que mañana saldrá el Sol y todavía se le espera. Bueno no, hoy tampoco ha salido pero empieza a clarear. Así que con un grupo de chilenos y argentinos nos vamos a una de las playas de este precioso lugar, la playa de las Cabañas.

    Como un niño el día de Reyes me levanto temprano con la ilusión, en mi caso, de ver el Sol. Abro la puerta del zulo y veo los primeros rayos del día. Despierto a Marien eufórico y consigo sacarla de la cama. Nos vamos a una agencia a contratar un tour de un día por el Nido y en menos de una hora estamos montados en una barca con una pareja filipina, una alemana y una de Israel.

    De isla en isla navegamos, nos bañamos y disfrutamos de las espectaculares vistas. Ha llegado la hora de comer, paramos en una playa  a lo “Supervivientes” y nos relajamos mientras la tripulación prepara un poco de pescado, carne y fruta. Retomamos la marcha hasta llegar a un mirador. La última parada es Isla Helicóptero en la que pasamos cerca de una hora bañándonos en sus aguas cristalinas. De vuelta al pueblo nos despedimos de los compañeros de tour.

    Estamos agotados así que después de la ducha y de cenar algo volvemos al resort. Por el camino nos encontramos con una procesión, las vírgenes van en pick-ups y muchas familias pasean pequeñas vírgenes en sus brazos.

    Hoy es nuestro último día. Hace mucho calor, así que nos vamos a dar un baño en el mar antes de comer. De repente un grupo de niños nos rodea. Nos observan e intercambiamos sonrisas. Comenzamos a jugar con ellos. Es increíble ver lo bien que se lo pasan. Ríen, cantan, bailan, juegan con la arena… Pero el mejor momento está a punto de llegar. Un señor empuja un carrito, ¡el carrito de los helados! Los niños se van directos hacia él y esperan atentamente a que el señor acabe de prepararle sus diminutos helados, una vecina se los ha comprado. Ahora son más felices todavía y nosotros al verlos.

    Por la tarde y a modo de despedida nos relajamos en la playa de las Cabañas, un chico nos acerca con su furgoneta. Es tranquila y muy bonita, rodeada de palmeras… Finalmente el tiempo nos ha respetado y hemos podido disfrutar de este pequeño paraíso.

COMMENTS

4 Responses to 51 El Nido, Palawan

  • Nati wrote on April 24, 2014 at 8:21 // Reply

    Qué pasada de aguas cristalinas!!!. Los niños me encantan jejeje

  • Luchy (amiga de tu madre de Montilla) wrote on April 27, 2014 at 11:43 // Reply

    Hola Marien. Os sigo desde que me lo dijo tu madre. Es la aventura más maravillosa que podréis hacer en vuestra vida. Disfrutar mucho y asimilar positivamente todo lo que experimenteis en este gran viaje.
    Besos

    • Marien Garcia wrote on May 3, 2014 at 7:00 // Reply

      Gracias por tus palabras , Luchy, nos hace mucha ilusión que nos sigas. Muchos besos!

  • Toñi wrote on April 28, 2014 at 9:12 // Reply

    Hola chicos, ya veo que se ha puesto en contacto mi amiga, se va a distraer batante porque no puede salir, su madre está ya muy mayor. Muy bonitas las fotos con esas aguas tan cristalinas, parecen postales. Bueno, pues muchos besos a los dos y a seguir disfrutando el viajito.

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