53 MANILA

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    Después del susto de ayer me empiezo a encontrar mejor. Sigo las indicaciones del doctor y con los recordatorios de Marien y me tomo el antibiótico. No me gustan las pastillas.

    Los dueños del hotel son muy amables y nos dejan quedarnos en la habitación hasta las seis de la tarde, momento en el que una furgoneta del hotel nos lleva al aeropuerto de Puerto Princesa. La próxima y última parada de nuestra etapa por Filipinas, la capital, Manila.

    Una de las ciudades más densamente pobladas en el mundo. Se estima que en su area metropolitana viven cerca de veinte millones de personas.

    Una vez en el aeropuerto seguimos las indicaciones de Irene, nuestra couchsurfer. Nos llegamos a asustar, tomamos todas las precauciones y tal y como nos pidió, le enviamos la matrícula del taxi que cogemos desde el aeropuerto para llegar a su casa.

    Quedamos en un Starbucks que hay cerca. Nos lleva a casa de sus padres y nos enseña la habitación. Nos da unos mapas para que nos podamos mover por Manila sin problema. Ella tiene que trabajar así que esa noche nos despedimos y nos vamos a dormir.

    Hemos decidido tomarnos el día de hoy con calma, me encuentro mejor pero aún estoy débil y el calor que hace no invita a conocer la ciudad. Pasamos el día en un centro comercial ya que hay aire acondicionado y se puede respirar y por la tarde vamos con Irene a su gimnasio donde nos estrenamos en nuestra primera clase de Zumba en la que soy el único chico. Nunca hubiera dicho que mi primera clase de Zumba sería en Manila. Es muy divertido.

    Cenamos en un restaurante cerca del gimnasio, la comida está deliciosa. Cogemos un taxi para volver. Estamos muy cerca pero cualquier calle a estas horas de la noche puede ser muy peligrosa. No me gusta la sensación de inseguridad de esta ciudad.

    Comienza nuestro segundo día en Manila. Hace mucho calor pero queremos ver Intramuros, el centro original de gobierno, educación y comercio en las Filipinas españolas. Fundado en 1571, fue entregado por España intacto al gobierno de los Estados Unidos de América con motivo de la invasión de 1898, que acababa con la soberanía española de las islas tras 333 años de administración.

    Nos montamos en un Jeepney que nos lleva a la parada de metro más próxima. Los Jeepneys son una mezcla entre camión y autocar en la que la gente viaja sentada en unos bancos que hay que ocupa toda la longitud del vehículo. A la hora de pagar tienes que darle el dinero al de lado para que este se lo pase al siguiente así hasta llegar al conductor. En caso de que te tengan que dar cambio el dinero debe volver por el mismo camino. Curioso.

    Ya en el metro conseguimos llegar a la parada más próxima, comemos en un Seven Eleven (el Supermercado), al final me acabaré abriendo uno en Barcelona. Preguntamos como llegar a Intramuros desde allí. Algunos nos recomiendan ir por un paso subterráneo pero que si lo hacemos, caminemos rápido. Otros lo desaconsejan.

    Nos adentramos en la fortaleza de Intramuros. Visitamos el Museo de Jose Rizal, político y escritor filipino. En 1896 emprendió viaje a Barcelona, donde fue acusado de intervenir en la insurrección de la sociedad secreta Katipunan. Detenido y trasladado a Manila, fue sometido a un consejo de guerra y finalmente, fusilado en Manila. Su lucha por el pueblo filipino lo convirtió en paladín del independentismo.

    Mientras estamos visitando Intramuros recibimos un mensaje de Irene. Esta noche tenemos cena familiar. Cathy, la chica que trabaja en casa de sus padres preparará Adobo y comida típica filipina. A las ocho de la noche y después de recoger nuestra colada compartimos una deliciosa cena con Irene y su padre. Su madre, muy religiosa, está en misa, como cada tarde.

    Más tarde, el hermano de Irene nos lleva a tomar algo a un mirador desde el que se puede ver toda Manila. Él trabaja en un Call Center como formador. Su misión es perfeccionar el acento de los trabajadores para que los clientes no noten que están siendo atendidos desde otro lugar del mundo. El inglés es la segunda lengua oficial del país y Estados Unidos lo sabe bien así que la mayoría de Call Centers de Estados Unidos se atienden desde aquí. Eso sí, el horario laboral es por la noche debido a la diferencia horaria.

    A los filipinos les encanta la música y cantar. Allí donde vamos siempre encontramos un grupo, bien sea en el puerto, en la estación… Esta noche un grupo nos canta la canción de “Guantanamera”.

    Tercer y último día en Manila. Esta noche volamos a Singapur. El vuelo es a las diez de la noche pero nos han aconsejado salir pronto de casa. Así que a las tres y media de la tarde y después de comer algo conseguimos montarnos en un taxi rumbo al aeropuerto y digo conseguimos porque no es fácil. No todos te quieren poner el taxímetro y otros piden barbaridades. Por suerte hemos encontrado a uno legal. Se llama Jaime y trabaja dieciséis horas al día seis a la semana, alucinante. Ha llegado a un punto en el que que el trabajo le ha absorbido tanto que no estar trabajando para él es raro y se aburre en casa. El trayecto de 20 Km dura unas dos hora y media así que nos da tiempo de hablar largo y tendido. Nos cuenta situaciones con la que se ha encontrado, nos habla del coche que le gustaría comprarse y de que en noviembre cumplirá cincuenta años.

    Manila no nos ha gustado nada y nos duele decirlo porque su gente nos ha tratado muy bien pero la ciudad en sí nos parece sucia, caótica, desordenada e insegura. Nosotros por suerte no hemos tenido ningún problema pero se respira la inseguridad por donde quiera que vayas. Te cachean al entrar a los centros comerciales, al metro… En la puerta de los bancos hay guardias armados hasta las cejas. Y sobre todo te recomiendan coger transporte para ir a cualquier lado, no es seguro ir caminando.

    No obstante, el resto de lugares de Filipinas que hemos visitado nos ha encantado. Su gente es amable, nos han ayudado en todo momento y nos han regalado muchas sonrisas. Hemos podido comprobar que hay muchas cosas que tenemos en común, otras no tanto, pero que desde luego apreciamos una notable diferencia con el resto de Asia.  Si algún día tenéis la oportunidad, no dejéis de visitar este maravilloso país. !Hasta siempre Filipinas!

COMMENTS

2 Responses to 53 Manila

  • Nati wrote on May 2, 2014 at 12:16 // Reply

    Otra etapa cerrada!

  • Toñi wrote on May 5, 2014 at 9:08 // Reply

    Todo esto son cosas que vais aprendiendo y los demás tambien las vamos aprendiendo de camino con vosotros. El próximo destino ya será otro mundo bien distinto. Adelante y muchísimos besos.

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