67 MAIMARÁ, ENTRE TILCARA Y PURMAMARCA

  • AUTHOR: // CATEGORY: Argentina

    2 Comments

    Cada vez estamos más cerca de Bolivia. Llega la hora de visitar el Cerro de los Siete Colores en Purmamarca y La Garganta del Diablo en Tilcara. Cuando buscamos alojamiento por la zona vimos que era demasiado caro así que nos decantamos por Maimará que se encuentra en medio. Una vez hicimos la reserva, recibimos un mail con las indicaciones para llegar hasta allí. Después de leerlo daba miedo de lo complicado que parecía. Pero no nos lo pensamos. Por la mañana ponemos rumbo a Maimará.

    Una vez aquí conocemos a Valeria, la dueña del Hostel La Casa Chica. Dejamos las cosas y siguiendo sus consejos nos dirigimos a Purmamarca, a unos 15 Km. El Cerro de los Siete Colores es uno de los cerros que bordea la Quebrada de Purmamarca, la cual es a su vez es un ramal occidental de la Quebrada de Humahuaca ascendente hacia la Cuesta del Lipán, en la provincia de Jujuy, Argentina.

    Su peculiar gama de colores es producto de una compleja historia geológica que incluye sedimentos marinos, lacustres y fluviales. Subimos hasta lo alto de un montaña para contemplarlo. Hace mucho viento pero vale la pena verlo. Hay la opción de bordearla caminando pero el viento y la cantidad de polvo que levanta empieza a ser insoportable así que nos damos la vuelta y volvemos a Maimará. Cenamos en la peña Turpey donde disfrutamos de un concierto en directo para nosotros y un par de personas más, todo un lujo.

    A la mañana siguiente tomamos un taxi compartido que por sólo 7 pesos nos lleva a Tilcara. Lo primero que hacemos es preguntar en la estación el horario de los autocares a La Quiaca, frontera con Bolivia. A continuación vamos a la oficina de información turística dónde nos facilitan un mapa con las indicaciones para llegar a la Garganta del Diablo caminando montaña arriba.

    Compramos agua y comenzamos a caminar. La Garganta del Diablo se encuentra a unos 7 Km caminando desde el puente de hierro que cruza el río. No sabemos cómo será pero de momento sólo por el paisaje que nos rodea mientras subimos la montaña, vale la pena la caminata.

    Nos encontramos a unos 2800 metros de altitud y las paradas para tomar fotografías por el camino nos permiten recuperar el aliento.

    Una vez arriba, pagamos los 15 pesos de entrada que nos permite acceder hasta el interior de la garganta a través de unas escaleras y un estrecho puente.Se trata de una profunda incisión hecha por el agua en la roca viva, situada en el cauce superior del río Huasamayo.También existe la posibilidad de caminar hasta una cascada natural que se encuentra a unos 20 minutos del punto en el que estamos pero son ya las 2 de la tarde, empezamos a tener hambre y nos llevará un tiempo bajar así que empezamos el descenso.

    Comemos en un pequeño bar del pueblo donde aunque hambrientos después del esfuerzo, no somos capaces de acabarnos las dos milanesas napolitanas gigantes que nos preparan. Hablamos con el dueño, originario de Salta y nos cuenta que debido a los últimos altercados de un grupo de chicos jóvenes contra la policía, la alcaldía ha obligado a cerrar los bares a partir de las doce de la noche. Nos habla también de que en norte de Argentina hay mucha cultura del alcohol y que incluso a los niños de 8 años cuando van comer con sus padres les sirven su copa de vino. Ahora que lo dice, nos cuadra con lo que hemos ido viendo estos días.

    De vuelta en Maimará y como si no hubiéramos caminado bastante, damos un paseo por el pueblo. Lo primero que nos llama la atención es un grupo de niños con pancartas y tambores que se dirigen a la iglesia cantando al Señor. Uno de ellos se acerca a nosotros y nos regala dos llamas de la fe con dos mensajes en su interior.

    Estamos cansados y no tenemos mucha hambre así que hoy cenaremos algo ligero en casa. A pocos metros se encuentra la tienda de la mamá de Valeria o el “almacén”, como aquí las llaman. Se trata de una pequeña tienda en la que puedes encontrar de todo. A Marien le recuerda las tiendas que había en su pueblo cuando era pequeña. Compramos un poco de jamón, queso, yogur y fruta y nos quedamos descansando tranquilamente al lado de la estufa.

    Por la mañana nos despertamos con una maravillosa noticia. Claudia, mi sobrina, ha llegado al mundo. Y, aunque no haya podido estar ahí para verlo, gracias a la tecnología y a Skype he tenido la oportunidad de verla unos minutos y de emocionarme a más de 10.000 kilómetros de casa. ¡Bienvenida al mundo!

    El resto del día descansamos en el hostel. Mañana nos espera un largo día de viaje a Bolivia.

COMMENTS

2 Responses to 67 Maimará, entre Tilcara y Purmamarca

  • Nati wrote on June 15, 2014 at 8:58 // Reply

    Geniales las fotos!!!. Y Felicidades por tu sobriiiii!!!

  • Toñi wrote on June 16, 2014 at 11:27 // Reply

    Bonitas fotos y mejor noticia. Seguid pasándolo bien. Muchos besos.

LEAVE A REPLY

FILL THE FIELDS TO LEAVE A REPLY. Your email address will not be published.