“Sri Lanka, ya va siendo hora de que nos conozcamos” es la frase que Nacho publica en Instagram tan sólo unos minutos antes de despegar rumbo al exótico destino, acompañada de una foto con nuestras mochilas en el aeropuerto del Prat. La emoción se refleja al 100% en nuestros rostros y no es únicamente por las vacaciones o las ganas de descubrir este país, que también… sino sobre todo el hecho de volver a colgarnos las mochilas 3 años después de la vuelta al mundo y volver a sentir esa sensación de libertad, de aventura y de desconexión o más bien “conexión” con el mundo.
Sri Lanka o la antigua Ceilán, nos había quedado pendiente en nuestra vuelta al mundo y por fin ha llegado la hora de saldar esta deuda. También se la conoce como La lágrima de la India debido a la forma de la isla y su cercanía a dicho país en pleno golfo de Bengala, entre India y Maldivas. Se trata de la 24a isla más grande del mundo y tiene una extensión de 65.610 km2 que ofrecen al viajero una gran y atractiva diversidad. Se suman su rico y bellísimo entono natural junto a su glorioso pasado histórico cultural, con nada menos que 8 lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en un área relativamente pequeña. Visitar ruinas arqueológicas, plantaciones de té, templos budistas, ciudades de de estilo colonial, playas increíbles, subir montañas o hacer un safari para ver leopardos y elefantes son algunas de las joyitas de las que esperamos disfrutar en este país durante las próximas semanas.
13 horitas de vuelo con una acelerada escala en Qatar a las 6:30 am, para no perder nuestro vuelo de conexión a Colombo, al más puro estilo Pekin Express buscando la bandera y a la Pedroche, -Go, Go!. Finalmente, alrededor de las 4:30 pm llegamos a Colombo. Lo primero que nos llama la atención nada más pasar el control de pasaportes es la cantidad de tiendas de electrodomésticos (neveras, lavadoras…) con un mínimo de 15 vendedores en cada una de ellas preparados para el momento en el que llegue la clientela. ¿Quién se compra una lavadora en el aeropuerto? Seguro que debe de haber alguna explicación lógica probablemente relacionada con los impuestos pero no deja de ser curioso.
Otra de las cosas que nos llama la atención nada más aterrizar es un cartel que avisa de que tienen la entrada prohibida al país todas aquellas personas que lleven algún tatuaje irrespetuoso de Buda y que está terminantemente prohibido fotografiarse dando la espalda a alguna estatua de Buda o en actitud irrespetuosa. Cosa importante a tener en cuenta.
Siguiendo los consejos de nuestro amigo Martin de Singapur, cambiamos el dinero a rupias en el aeropuerto. Según lo que nos explicó, es uno de los pocos países donde el cambio en el aeropuerto sale bastante bien. Acto seguido, buscamos conexión wifi y a través de Uber conseguimos un conductor que será el encargado de llevarnos al alojamiento que hemos escogido para esta primera noche. ¡Maravilloso! En Colombo , tanto Uber como otra app llamada Pick Me son bastante utilizadas y vale la pena ya que, aparte de ser más barato, tienes la ruta de antemano, duración y precio. De esta manera evitamos timos, regateos y sorpresas varias que siempre ocurren con el gremio del taxi cuando viajas. Además, el hecho de poder valorar a tu conductor también ayuda a que todo vaya mejor.
Y suerte que así lo hicimos porque a la hora punta a la que llegamos a Colombo, ¡tenemos un trayecto de 1,5 horas hasta el alojamiento!
Richard, nuestro conductor nos lo hace muy agradable y nos da un montón de consejos para nuestra estancia y ruta por su país.
En el avión de Qatar a Colombo hemos compartido asiento con un hombre de Sri Lanka y nos hemos apuntado algún vocabulario básico que intentamos utilizar con Richard. Éste nos pone una cara muy rara y nos avisa de que ese idioma no es Cingalés sino Tamil… con su simple gesto ya podemos entender que hablar la lengua minoritaria del país no está demasiado bien visto, al menos en esa zona, y que , aunque él lo entiende, no lo habla. En pocos minutos con Richard podemos darnos cuenta de la relación entre el estatus social y la lengua hablada, al menos en la capital. Siendo el inglés la que denota un grado más elevado de formación.
Es importante tener en cuenta que, entre los años 1983 y 2009, Sri Lanka sufrió una larga guerra civil y étnica. El conflicto entre el Gobierno y los Tigres Tamiles, un grupo militar separatista ha durado 26 años durante los cuales han muerto miles de civiles inocentes, como ocurre en todas las guerras. Afortunadamente, desde el año 2010, la paz y la convivencia han vuelto a reinar en este país, que poco a poco trata de reflotar y dejar atrás esa oscura y larga etapa.
El trayecto se nos hace eterno. Atascados en calles de 4 carriles que se convierten en 7 con tuk-tuks, bicicletas y motos con tres y cuatro personas encima casi rozando el coche… ¡Welcome to Asia!
Son casi las 18:30 h cuando llegamos al alojamiento, descargamos las mochilas y salimos a cenar algo y antes de las 21:30 h el día ya ha acabado para nosotros. Largo viaje, merecido descanso.
1 Response to 94 El viaje continúa, ¡Bienvenidos a Sri Lanka!
No queríais Pekín Express? Pues hala! Jajaja