62 LUZ, MÚSICA E IDEAS EN SÍDNEY

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     Tras entregar la campervan en la central de Jucy, nos dirigimos en transporte público hacia casa de Pedro, nuestro couchsurfer. Es de Madrid pero lleva ya unos años fuera de casa por trabajo. Primero fue Shangai y ahora Sídney, en la que lleva ya siete meses.

    Pedro vive en la zona de Olympic Park así que cuando salimos del tren, lo primero con lo que nos encontramos es el Estadio Olímpico, aquel que albergó los Juegos Olímpicos en el año 2000.

    Sídney es la ciudad más grande y poblada de Australia y donde se estableció la primera colonia británica. Está situada al sudeste de Australia, a orillas de la amplia Bahía de Jackson y es la capital del estado de Nueva Gales del Sur. Es famosa por ser unas de las ciudades más caras del mundo y está dentro del top 10 de las ciudades con mejor calidad de vida.

    Pedro nos recibe en su acogedor piso y pedimos unas pizzas para cenar. Se nos hace raro después de tantos meses que hablemos todos el mismo idioma pero se agradece el descanso. Como a nosotros, le encanta viajar y durante la cena comparte sus experiencias. ¡Le chifla Indonesia!

    Después de tantos kilómetros, nos encontramos bastante cansados, así que por la mañana no madrugamos demasiado, descansamos y salimos de casa hacia el mediodía para disfrutar unas horas de luz natural y otras de la luz que ilumina cada noche a esta preciosa ciudad.

    El piso de Pedro está a unos 10 minutos de una parada de ferry, que junto con el tren o el autobús, es uno de los medios de transporte más comunes para moverse por la ciudad y aunque es más caro que el resto, será el medio de transporte que más utilizaremos nosotros.

    Una de las primeras imágenes que vemos al acercarnos al centro es la del conocido Sydney Harbour Bridge (Puente de la Bahía de Sídney), que une el centro financiero de la ciudad con la zona norte. De fondo, una de las cosas más buscadas por todo aquel que visita Sídney, la Ópera.  La vista del centro de la ciudad desde el ferry es sencillamente espectacular y la contemplamos embobados mientras nos vamos acercando a él.

    Ya en tierra firme, paseamos por George Street, la calle principal. Nos perdemos por Hyde Park y ahora a pie descubrimos todos los rincones de la Ópera. A pesar de ser ya de noche, volvemos al piso de Pedro sin verla iluminada. Esperamos tener más suerte mañana.

    Hoy nos levantamos temprano porque queremos visitar toda la zona de Manly Beach, que Pedro nos ha recomendado. Para ello tenemos que coger un ferry hasta Circular Quay y allí cambiar de embarcadero para coger el ferry que nos llevará a Manly Beach. Tarda una media hora pero el paseo merece la pena.  Una vez en Circular Quay y antes de montarnos en el ferry a Manly Beach hacemos algunas gestiones en el centro de la ciudad y comemos el lunch en un banco con vistas a la bahía, todo un lujo.

    Llegamos a Manly sobre las 14h y, a pesar de ser otoño, la playa está abarrotada, unos tomando el sol, otros bañándose… La verdad es que hace un día precioso de sol y una temperatura perfecta. En general, la temperatura en Sídney es bastante suave en esta época y durante el día se puede estar sin problema en manga corta. Eso sí, en cuanto se pone el sol, refresca bastante.

    Paseamos bordeando la costa y subimos hasta unas rocas desde las que se contemplan unas vistas preciosas. Nos quedamos un buen rato sentados en una ellas disfrutando del paisaje y la tranquilidad que allí se respira.

    De vuelta hacia la playa, nos encontramos con varias personas que acaban de pegarse un chapuzón en una piscina natural y nos animan a meternos aunque admiten que el agua está fresquita. Suerte que no traemos los bañadores porque lo siguiente que nos dicen es que acaban de ver un par de tiburones. Y es que parece ser que en esta zona es bastante común ver tiburones y ballenas, sobre todo en esta época del año.

    Antes de volver a casa pasamos por un súper y compramos los ingredientes para la cena. Hoy hemos quedado con Pedro en hacer una tortilla de patatas para la cena, que seguro que la echa de menos. Pedro se ofrece a colaborar, se sabe la teoría al detalle pero quiere aprender la práctica, sobre todo el momento crucial de darle la vuelta. Así que, entre los tres cocinamos una Spanish Omelette para chuparse los dedos.

    Por la mañana, salimos a correr un rato por los alrededores del piso de Pedro y después de regalarnos un delicioso brunch, nos vamos a pasear y seguir perdiéndonos por las calles del centro de esta ciudad tan espectacular. Hoy nuestra intención es quedarnos por allí hasta más tarde ya que no queremos perdernos la inauguración de algo de lo que ya habíamos oído hablar muchísimo antes y que hemos tenido la suerte de que justamente coincide con nuestra visita a Sídney.

    Esta noche se inaugura el Vivid Sydney, el mayor festival de luz, música e ideas en el hemisferio austral, y el acontecimiento del año de Australia. Está caracterizado por un enorme espectáculo nocturno y gratuito de luz, iluminando las instalaciones, creando proyecciones y el teatro de agua alrededor del puerto de Sídney desde las seis de la tarde hasta la medianoche, así como actuaciones de música en vivo. Sin duda alguna, tener la oportunidad de ver la Opera House de mil colores diferentes es un espectáculo único que nos sentimos privilegiados de poder presenciar.

    Estos días en Sídney hemos caminado muchísimo ya que las cosas para ver y hacer en esta ciudad son prácticamente infinitas. El cansancio comienza a hacer acto de presencia y el último  día, antes de volar a Buenos Aires, nos quedamos  en casa. Hoy es Sábado así que podemos disfrutar de la compañía de Pedro. Comemos juntos, compartimos música y vídeos, Nacho recoloca un par de cables para que el Home Cinema funcione y antes de ir a dormir, vemos juntos la peli de Brad Pitt, Guerra Mundial Z. Es tarde, pero estamos tan descansados hoy que apenas tenemos sueño.

    A las cuatro de la mañana los tres en pie. Ha dado la casualidad de que Pedro tiene que viajar a Kuala Lumpur por trabajo y su vuelo sólo sale dos horas antes que el nuestro. Nos ofrece la posibilidad de ir junto a él al aeropuerto, lugar en el que nos despedimos con un hasta pronto. Gracias por todo Pedro. ¡Mucha suerte en tus futuros proyectos, bien sea en Australia, Estados Unidos o en cualquier otra parte del Mundo!

    Ha llegado la hora de volar. Estamos a punto de despegar en el que será el vuelo más largo de nuestras vidas. Buenos Aires, ¡allá vamos!

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4 Responses to 62 Luz, música e ideas en Sídney

  • Nati wrote on May 31, 2014 at 9:32 // Reply

    Bonito el atardecer y las fotos nocturnas!

  • carlos wrote on June 1, 2014 at 7:03 // Reply

    Chiquitinnnnnnn! Ya me he puesto al dia con el blogg! Jeje! A seguir disfrutando, q aun os quedan 3 meses! Un abrazo a los dos! Te veo pronto pronto…

  • Toñi wrote on June 2, 2014 at 9:33 // Reply

    Maravilla de espectáculo de luces y colores. No os va a faltar por ver nada en absoluto. Estoy leyendo esto hoy pero ya sé que habéis llegado muy bien a Buenos aires porque hemos hablado. Sydney debe de ser maravilloso. Seguid disfrutando mucho y muchísimos besos a los dos.

  • María wrote on June 6, 2014 at 6:49 // Reply

    Que fotos tan chulisimas! Cuándo volváis y veáis el blog entero vais a alucinar de nuevo porque es genial!, besitos a los dos

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